¡Cómo salían los sueños de esa lámpara!
Sol fatal que me reserva a los destierros
constriñe las flores de mis manos a la nada
en ruta obstruida que despejo sedienta
para llegar al río donde habitas
y ahí dialogar con tus ojos de pez azul
Ahora saldré/ para arder afuera
en el incendio solitario y callejero
evaporar así el mar de tu recuerdo
después la sal quemará mi cuerpo
Sé que observas a otros peces
te haces uno con dorados y callados seres
mientras ardo y evito ser ceniza
para volver a verte
para ser cuerpo que tú hueles
que tu toques
y aunque juntos habitemos
el manantial del alma
quiero emerger humana
de canela
de miel
de corporal materia
NOHEMI SOSA REYNA. Del libro Cadencia de Vida. México.
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