SONETO A UN ROSAL
Ese rosal que crece jarifabio,
como si fuera un muchacho vegetal,
tiene su rosa un algo de astrolabio,
un cierto estremecimiento inmortal,
más es fugaz como un tal consúl Fabio
o Adán contemplador primogénital,
en primavera tiene algo de sabio,
con florecer colorido trasluztal.
Su tallo espina la mano codicial,
formal aroma y evoca algún labio,
es línea verde que estalla demencial.
Dirán ¿porqué yo me ocupo de un rosal?
en la mañana al despertar, efluvio
es a mi primera mirada vital.
NOHEMÍ SOSA REYNA
Me fascinan los viajes y la poesía, desde un lugar cercano al trópico de cáncer escribo, ¿podré recorrer esa línea con mi imaginación y mis pasos?
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