El ángel se le apareció a un niño en el sueño y le entregó un libro y su única señal era un
siete. En el desayuno, vio servidas siete tazas de café. Haciendo un ejercicio de memoria
reparó en que había nacido día siete, mes siete, hora siete. Abrió el periódico en la página
siete y encontró la foto de un caballo, con el número siete, que competiría en la carrera
siete. Era hoy su cumpleaños y todo daba siete. Entonces recordó la señal del ángel y se
persignó con gratitud. Entró al banco a retirar todos sus ahorros. Empeñó sus pertenencias,
hipotecó la casa y consiguió un préstamo. Luego llego al hipódromo y apostó todo el dinero
al caballo del periódico, coicidencialmente en la ventanilla siete. Se sentó -sin darse cuenta-,
en la butaca siete de la fila siete. Esperó. Cuando arrancó la carrera, la grada se puso de pie
al mismo tiempo y estalló en un desorden desproporcionado; pero él se mantuvo con
serenidad. El caballo siete tomó la delantera entre el sonido de los cascos. La carrera
finalizó precisamente a las siete y el caballo siete de la carrera siete, llegó en el lugar
número siete.
CARLOS ALBERTO GARZA. Un Sueño de Libertad. Libros para niños. Instituto
Tamaulipeco para la Cultura y las Artes. México. 2000.
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