El olor de la tinta, el sonido de la prensa como un dinosaurio de hierro prehistórico volvía, después de veinte años volvía, como ese tango de Gardel y la pasión y la sangre de tinta, porque esto te traga, te hace de tinta y de letras, de letras que bailan en tu mente y los nombres bullen en tu mente, como relámpagos y eres la misma y sales de la máquina como ese papel doblado con letras para cambiar destinos, para iluminar y también sacar lágrimas de sangre.
Hace calor, muchísimo calor, un calor incómodo y apabullante y el olor de la tinta como invisibles nubes por todos los rincones de aquel local sucio, industrial y ellos doblan las hojas contentos como si pusieran el pañal al bebé, como envolviendo el pastelito que comerán por la tarde, doblan y doblan, silenciosos, contentos, es el pan del día, es la "chuleta", como hacemos nosotros para ganarla, cuando cruzamos las vallas metálicas, cuando evadimos a los "gorilas" para estar en la jugada de primera mano, para echar a funcionar la grabadora, para tomar la fotografía, todavía sudorosos y estremecidos, tensos por el esfuerzo.
El sudor queda atrás, traspasamos la puerta y aquí el clima artificial te pone en forma para estar frente a la computadora, es agradable estar con las manos en el teclado, los ojos fijos en la pantalla, todo se olvida y cada línea te envuelve, cada párrafo te aprieta delicadamente y haces tuyo el evento del día, la palabra del político veraz o no y estas ahí segura que el lenguaje es tu vida y escribes ágil y veinte años no son nada y es el oficio, el oficio.
Y ahí estamos todos comiendo, leve comida, suave bebida, sonreimos, conversamos, sin molestias, ahora ya sin tensión, hay un almacén de palabras que ha quedado en espera, donde debemos acomodarnos de nuevo, afuera el sol fulgura, enérgico, aquí todo se olvida, los hechos están en reposo antes de ser desplegados en el papel, en las mentes bailan asesinatos, discursos, fraudes, bodas, las bocas mastican, un alto en las circunvalaciones del cerebro, para comer, para estar ahí sonrientes, como si no pasara nada, como si no tuvieramos nada que decir.
NOHEMI SOSA REYNA. Texto inédito.
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