Somos hermanos y no nos parecemos
Y acrecentamos Señor las diferencias,
Color de raza, visiòn y las creencias.
Hacen difìcil el poder unirnos.
Fue casi Señor al despedirte
Que un mandamiento final nos diste a todos,
Que nos amaramos los unos a los otros,
Sin importar los diferentes modos.
Cada uno Señor es tan distinto
Y nos amas igual, en forma eterna y sin medida,
Aunque quizà Jesùs, hay cosas en la vida
Que nos apartan de ti por un momento.
Pero tu amor tan grande y tan perfecto
Derramas aùn sin cesar sobre nosotros,
Porque no entender Jesùs esta enseñanza,
Y hoy amèmonos los unos a los otros
Como tu Señor nos has amado a todos.
RAÙL ALEJO REYES. Radica en Matamoros, Tamaulipas, Mèxico.
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