Uno de los poetas más cálidos y emotivos del mundo es Rafael Alberti, siento una
especial admiración por él.
Su libro de Sonetos, es la voz de un poeta que hace suyo el amor.
Rafael Alberti nació el 16 de diciembre de 1902, en el Puerto de Santa María (Cádiz),
España. Cursó hasta el tercer año de bachillerato en el Colegio de los Jesuitas del mismo
Puerto. En 1917 se trasladó a Madrid, abandonando el bachillerato por la pintura. En 1922
hizo una exposición en el Ateneo. Motivos de salud le obligaron, poco después a vivir en las
sierras de Guadarrama y Rute, donde empezó a escribir sus primeras poesías, recogidas
bajo el título de "Marinero en tierra". Este libro obtuvo el Premio Nacional de Literatura
(España) en 1924-25, otorgado por un jurado que integraban Antonio Machado, Menéndez
Pidal y Gabriel Miró. A "Marinero en tierra" siguieron "La Amante" (1925) y "El alba de
alhelí" (1925-26). En estos sus primeros libros Alberti se revela como un virtuso de la
forma. La suya es una poesía "popular"-como explica Juan Ramón Jiménez-, "pero sin
acarreo fácil; personalísima: de tradición española, pero sin retorno innecesario; nueva;
fresca y acabada a la vez; rendida, ágil, graciosa, parpadeante; andalucísima.
Rafael Alberti nació el 16 de diciembre de 1902, en el Puerto de Santa María (Cádiz),
España. Cursó hasta el tercer año de bachillerato en el Colegio de los Jesuitas del mismo
Puerto. En 1917 se trasladó a Madrid, abandonando el bachillerato por la pintura. En 1922
hizo una exposición en el Ateneo. Motivos de salud le obligaron, poco después a vivir en las
sierras de Guadarrama y Rute, donde empezó a escribir sus primeras poesías, recogidas
bajo el título de "Marinero en tierra". Este libro obtuvo el Premio Nacional de Literatura
(España) en 1924-25, otorgado por un jurado que integraban Antonio Machado, Menéndez
Pidal y Gabriel Miró. A "Marinero en tierra" siguieron "La Amante" (1925) y "El alba de
alhelí" (1925-26). En estos sus primeros libros Alberti se revela como un virtuso de la
forma. La suya es una poesía "popular"-como explica Juan Ramón Jiménez-, "pero sin
acarreo fácil; personalísima: de tradición española, pero sin retorno innecesario; nueva;
fresca y acabada a la vez; rendida, ágil, graciosa, parpadeante; andalucísima.
La etapa neogongorista y humorista se plasma en "Cal y Canto"(1926-27), marca la
transición a la fase superrrealista, corriente que el poeta andaluz inicia y queda inscrita
en su obra más amiciosa y creadora "Sobre los ángeles", donde aparecen los ángeles,
buenos, bélicos, desgreñados, mentirosos, mohosos, cenicientos, rabiosos, buenos, crueles,
mudos, sonámbulos, muertos, feos y supervivientes. Poco después su obra deriva al tono
político, como militante del Partido Comunista, su obra adquiere una fuerza realista y
retadora, beligerante, publica un conjunto de libros que el mismo Alberti denomina
"El poeta de la calle" (1938), también escribe teatro, pude apreciar en el teatro de mi
ciudad la puesta en escena de su obra El Adefesio.
Sus memorias, han sido reunidas en su bellísimo libro autobiográfico "La Arboleda
Perdida", de obligada lectura para toda aquella persona que siga la ruta de la poesía española,
en narra gran parte de su exilio, después de la Guerra Civil Española, que transcurrió en
Argentina hasta 1962 y después en Roma, regresando a España en 1977.
Un lugar especial ocupa su obra política con los libros "Coplas de Juan Panadero" (1949)
y "La Primavera de los pueblos" (1961), recibió el Premio Cervantes en 1983 y gran poeta
último exponente de la Generación del 27 fallece el 28 de octubre de 1999, aunque siempre
por su obra ocupará uno de los lugares más relevantes de la poesía española y una admiración
a nivel universal por su poesía y su vida fructífera y comprometida con las mejores causas de
la humanidad.
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