Soy una mancha
sólo una mancha en la blancura del amor
los fuegos fatuos de la noche me atemorizan
el río ha detenido su creciente
ante la muralla temible del destino
me inclino
grito y mi grito es inaudible
en paradoja insana
de una luz que disminuye
y deseo arda
NOHEMÍ SOSA REYNA
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