Existen todavía poetas del diluvio
y seres complicados en las artes del naufragio.
Entres las vicisitudes de fondo y el seguro plano de la orilla,
doma la resaca.
El rostro pulimenta su disfraz calcáreo:
concha para molusco desprovisto.
Aves fastas y agoreras completan el paisaje;
cinematógrafo de abismo y tregua;
lente bifocal de nauta que navega su espacio vital
con la mica azul del sueño,
exiliado de la especie marina
por el imperdonable delito
de saberse amable.
GUADALUPE ELIZALDE. Astillas del tiempo.Bibliofilia Mexicana.
México. 1995.
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