Poema de Mark Strand.
Nos alejamos río abajo bajo una dispersión de estrellas
y dormimos hasta que salió el sol. Cuando llegamos a
la capital,
la cual yace en ruinas, hicimos un fuego de las sillas y
mesas
que pudimos encontrar. El calor era tan feroz que los
pájaros arriba
se encendieron y cayeron al piso en llamas.
A éstos nos los comimos, y luego seguimos a pie dentro
de regiones
donde el mar está congelado y la tierra esparcida
de rocas en forma de luna. Si tan sólo nos hubiéramos
detenido,
volteado y vuelto al jardín donde empezamos,
con su urna rota, su pila de hojas podridas, y nos hubiéramos
sentado
mirando hacia la casa y con que hubiéramos visto el paso
de
la luz del sol a través de las ventanas, eso habría
bastado, aún cuando el viento lloró y las nubes corrieron
mar adentro
como las páginas de un libro en el que nada fue escrito.
MARK STRAND. Traducción Valerie Mejer.
Publicado en Letras del Mundo en Tamaulipas. Memoria. 2005.
MARK STRAND. Nació en Prince Island, Canadá en 1934, aunque ha vivido
casi toda su vida en los Estados Unidos.
El mismo ha dicho que en su poesía esta el mito, la referencia, la ocultación y
la lectura de los europeos. Se menciona cercano a Charles Simic y Charles
Wrigth.
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