Te ví llorar de niño con tus lágrimas de tierra,
tu llanto gritaba con trozos
convulsivos de silencio,
tus manos, pañuelo amable
con sus dorsos renegridos
y en tus ojos de carburo,
las cenizas del mañana
Te ví nacer del alma
que anegaron los olvidos
y morir cuando se debe
dibujar una sonrisa
Quemaron tu corazón,
mutilaron tu inocencia
y en el aire de un latido
el dolor te envejeció.
En tu rostro no hay auroras
y en tu voz se escucha un triste
desencanto apresurado;
parece que mil siglos
se agolparan en tus años
¿Cómo es que el sol no alumbra
los retoños de tu angustia?
Te vi llorar de joven con tus lágrimas
de escarcha,
tenías los ojos turbios
por el gris de los asombros.
Un relámpago de penas
diseñó tu cuerpo enteco
con la sal y los vinagres de una ronda
de fatigas.
Te ví morir de siempre,
día a día en los veneros,
convertir empecinado
la palabra en tos convulsa,
fundir en tus pulmones la pirita y los silicios.
Dejaste que la agonía
fuera un modo de existir.
Por eso comprendo hermano,
tu pasión carnavalera,
tus apuros por el baile
tu sed de mil desiertos
resbalados por el fuego
de un infierno que se vive
y un paraíso que se muere.
¿Cómo no encender hogueras
de alegrías repentinas
o quemarte en las fogatas
como un leño de tristeza?
Incendio curvado al soplo
de huracanes y lloviznas
tu espectro discurre el vado
donde el sol y las estrellas
congelaron tus sonrisas.
La matraca es el tonate
recoveco del silencio,
su voz extiende el aire
mutilado de los cohetes.
Las espuelas de los diablos
con las víboras del tiempo,
los toneles del moreno,
y en tu piel las filigranas
del ayer enmadejado.
Así tu cuerpo,
tu alma
y el ovillo de tu sangre
han nmajado en las campanas
su indolente hechicería...
La endiablada candidez
de tu cara, Chinasupay
es la máscara de un sueño
rebozado en porcelana.
(Fragmento)
JORGE CALVIMONTES Y CALVIMONTES. Poeta de Oruro, Bolivia. De su libro
Un Relámpago de siglos -crónica de una efímera eternidad. Editorial CONSTATE,
Colección MALLCU. México, D.F. , 2005.
Imagen, CARNAVAL DE ORURO, BOLIVIA.
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